Apego seguro y apego inseguro

14 de marzo de 2018

El apego infantil es el vínculo emocional que establece el niñ@ con sus progenitores y cuidadores principales.

Pero el tipo de apego que se establezca en sus primeros años de vida tendrá un impacto positivo o negativo en su desarrollo. Para que sea positivo debemos procurar que sea un apego seguro.

¿Cómo podemos conseguir relaciones de apego seguro?

Respondiendo siempre a las demandas del bebé, cuando llora, cuando ríe, balbucea…

Existen estudios que demuestran que los cuidadores que responden a las necesidades del bebé rápidamente, evitando que entre en una angustia mayor, están ayudando a que su bebé sea más independiente, y no al contrario.

No será un malcriado por cogerlo cuando llore, sino más bien al contrario. Esto le dará la seguridad de que esa persona de confianza siempre va a resolver sus necesidades. Habrá momentos en los que no podamos por circunstancias externas, como por ejemplo si esta llorando en la sillita del coche y estamos en medio de la carretera. Aquí prima la seguridad! Sin embargo, debemos tener presente que siempre que podamos, es lo mejor para el bebé.

Conforme va creciendo, a partir del año y medio aproximadamente, empieza a llamar nuestra atención en sus nuevos descubrimientos. Y aunque lo que haya descubierto sea una hormiga , o te muestre lo mismo un montón de veces, lo que pasa es que él/ella deposita tanta confianza en ti que quiere hacerte partícipe de todo lo que descubre. Si ve que le haces caso pensará que es una persona valiosa para ti y lo que dice y hace es muy importante.

Dejándole libertad para explorar su entorno.

El adulto no interviene en el movimiento del niño, con la única excepción de evitar un peligro. Por esto, sería muy conveniente adaptar la casa para que sea un espacio seguro y pueda explorar sin coartar su libertad. Al pequeñ@ le encanta moverse para conocer su entorno, eso si, es muy común que se ponga a llorar si no te ve. Recuerda que hasta aproximadamente el año y medio si el bebé no ve a su cuidador es como si no existiera. Así que si no cuentas con otra persona que lo cuide mientras por ejemplo, haces la comida, hay que buscar formas de que mientras juega te pueda observar. A veces es difícil si! pero no imposible!

Si estamos en un parque exterior debemos dejarle moverse siempre con los límites necesarios, es decir, que el límite no sea ensuciarse sino simplemente vigilar su integridad física. Si continuamente le estamos diciendo que no toque esto, que no corra, que no salte , además de no dejarle ser niñ@, le estamos diciendo que todo en este mundo puede ser peligroso, por lo que no habrá iniciativa por su parte y el miedo e inseguridad serán la base de cualquier acción que necesite realizar.

¿Qué pasa si tengo que trabajar?

Si el papá o mamá no pueden estar todo el día con el niñ@, pero cuando vuelven compensan su ausencia con momentos de afecto, no tiene por qué haber un mal apego. Lo importante es la calidad del tiempo que pases con el peque. Así logrará entender que hay momentos de separación física, pero no una pérdida de afecto y atención por parte de los padres. Además podemos distribuir las horas lo mejor posible para poder compartir con el niñ@ momentos importantes para ambos: un buen rato de juego, un baño, leer un cuento, cantar canciones… etc

Por supuesto nos aseguraremos también de que otras personas que cuidan al niñ@ van a atenderles con cariño y respeto a sus necesidades, y por lo tanto va a establecer un vínculo de afecto y seguridad con su cuidador/a.

¿Cómo influyen los estilos educativos?

A partir del año y medio o dos años de edad, el niñ@ comienza a ser consciente de sí mismo como persona separada de su madre. Se inicia, entonces, el desarrollo de la propia identidad. Comienza a querer hacer cosas por si mismo o también puede probar a negarse ante las normas que propongan los padres. Es hora de plantearnos qué tipo de relación o estilo educativo estamos estableciendo para evitar un apego inseguro.

Ejemplos que favorecen apegos inseguros:

  • Permisividad absoluta: El niñ@ hace lo que quiere siempre y no le marcamos ninguna pauta en ningún momento. No existen normas de convivencia ni de respeto hacia su entorno, por lo que el niñ@ no conocerá cual es la forma de establecer una buena socialización, lo que le puede causar muchos problemas a corto y largo plazo.
  • Exceso de autoridad: El adulto muestra que sabe lo que hay que hacer pero el niñ@ está siempre en un plano inferior.Se suele pensar que como es pequeñ@ debe obedecer y no se le escucha ni se tienen en cuenta sus opiniones. Un ejemplo es que siempre se le diga: «Esto es así porque te lo digo yo que soy tu padre».
  • Sobre-protección: Se protege al niñ@ frente a cualquier circunstancia para evitar que el niño sufra, se frustre o lo pase mal. De esta manera se está impidiendo que los niñ@s vivan sus experiencias y sus consecuencias naturales y que aprendan a resolver problemas para crecer seguros, autónomos e independientes. Si en todo momento le dices al niñ@ lo que debe hacer, éste pensará que no tiene capacidad de hacer nada por si mismo y se sentirá inseguro ante cualquier circunstancia nueva.

¿Qué estilo de educación propongo?

Educación respetuosa o también podemos llamarlo crianza respetuosa.

Personalmente me gusta más el término crianza respetuosa. Este término no solo hace referencia a un método de educación que seguimos con los niñ@s, sino que es un estilo de vida que se basa en crear relaciones de amor, empatía, igualdad y respeto entre padres (o adultos) y niñ@s. Es algo incluso que se puede poner en práctica entre las parejas pero no viene al caso….

Se trata de una crianza basada en tratar a los niños como quisiéramos que nos trataran a nosotros (como adultos). Ellos tienen los mismo derechos. Por lo tanto, podemos decir que se trata de ser empáticos, practicar la empatía (ponernos en su lugar), respetar sus necesidades y sus intereses y por supuesto poner unas normas sencillas pero firmes, siempre desde el respeto. Con normas firmes me refiero a tratar de que se cumplan siempre.

Explicar todo lo que conlleva la crianza respetuosa es bastante largo… así que para no extenderme más lo dejo para hablar de ello en el siguiente post.

¡Espero que me leas! 🙂

¡Hasta la próxima!

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